Origen de Tomar las de Villadiego.

Se dice que alguien tomó las de Villadiego cuando huyó de una situación.

Para esta expresión, como con tantas otras, hay varios posibles orígenes, pero el más aceptado es el siguiente:

Villadiego es un pueblo de Burgos. En el siglo X era un pueblo de gran comercio, a cuyo alrededor floreció una gran comunidad de judíos. Estos judíos eran pecheros del rey, es decir, eran personas que pagaban un tributo especial (pecho).

Esta comunidad y, sobre todo, sus impuestos, fueron muy importantes, pues aportaban una cantidad considerable de dinero en las arcas reales. De manera que, como siempre ha pasado, cuando los judíos eran perseguidos en la península en 1223, el rey Fernando III el Santo redactó una carta-encomienda para que no se persiguiera a los judíos de Villadiego. Que una cosa es la religión y otra muy distinta los dineros.

Para que estas personas fueran distinguidas de las demás y no se les hiciera nada, se les hacía vestir unas calzas amarillas. De esta manera Villadiego era un municipio al que se acudían buscando refugio los judíos.

Origen de Ser la reina de Saba.

Se dice de alguien que se cree que es la reina de Saba cuando es una persona muy rica.

Para conocer el origen de esta expresión, hemos de recurrir a la Biblia, en ella se cuenta el encuentro del rey sabio Salomón y la reina de Saba. A este encuentro ella agasajó al rey con gran cantidad de ofrendas: oro, marfil e incienso, los conocidos como los grandes tesoros de África.

La reina asistió a ver al monarca para cuestionarle acerca de diversos temas. Para todas sus preguntas, respondió con buen tino y sapiencia.

Presumiblemente, el nombre de esta reina era Makeda, y gobernó sobre una civilización rica y próspera que se extendía desde el sur de Arabia hasta el cuerno de África.

Origen de El abuelo Cebolleta.

Se dice de alguien que parece el abuelo Cebolleta cuando es una persona muy pesada y que gusta mucho de hablar de sí misma, de contar muchas historias que le han sucedido a él.

El abuelo Cebolleta es un personaje, el arriba representado, perteneciente a la historieta La Familia Cebolleta.

Estos personajes fueron creados por el genial historietista madrileño Manuel Vázquez (1930-1995). Se trataba de una familia conformada por un matrimonio (Rosendo y Laura), su hijo (Diógenes), su hija (Lolita), el loro (Jeremías) y el abuelo, que es el personaje en cuestión.

Dicho personaje era famoso por tener la costumbre de estar constantemente contando batallitas a cada cual más alocada, provocando que la gente huyera de su compañía por no soportarle.

Y de este gracioso personaje proviene esta expresión.

Origen de Dejar con un palmo de narices.

Se dice que a alguien le han dejado con un palmo de narices cuando no se le ha cumplido lo prometido o le han dejado solo.

Esta expresión hace referencia al gesto de burla que se representa en la imagen que preside este post. Es decir, un palmo de narices es ponerse la palma de una mano en vertical apoyando el dedo gordo sobre la punta de la nariz.

Este gesto parece que proviene de la época romana y era un gesto de humillación, de burla. No se tiene claro el origen, aunque hay quien dice que se utilizaba para referirse y burlarse de los judíos, cuyo estereotipo es conocido por ser personas con nariz grande, aguileña.

Origen de Alma de cántaro

 

Se dice que alguien es un alma de cántaro cuando es una persona muy inocente.

Esta expresión es sencilla, por el alma se refiere al interior del cántaro, ese vacío. De manera que se estableció un paralelismo entre la oquedad de la vasija y la ingenuidad de una persona.

¿Por qué? Pues no se sabe, pero así fue.

Origen de Putón verbenero.

Se dice que alguien es un putón verbenero si es muy promiscuo.

Así es como eran conocidas en Madrid, aquellas prostitutas que aprovechaban las fiestas de la verbena para encontrar clientes.

Origen de Pelandrusca.

 

Una pelandrusca o pelandusca es una prostituta.

En la Edad Media muchas veces se castigaba a las prostitutas. Había diferentes tipos de castigos, en función de lo creativos que estuvieran y la gravedad de lo que se juzgaba.

Uno de estos tipos de pena podía ser cortar el pelo al cero, dejando a la mujer sin cabello.